jueves, 1 de mayo de 2014

Si te escribo te recuerdo

-Te echo mucho de menos.
-Y yo a ti. Voy a casa y me pondré a escribir. Hoy siento nostalgia.
-¿Y eso? Cuéntame
-Pues que te echo de menos y recordar es volver a vivir; así que si te escribo, te recuerdo. Eso me relaja hasta volver a abrazarte.

Ojalá los kilómetros se volvieran pasos. Para dormirme en tu pecho y que sea la tuya, la primera carita que vea al desertar; que me levantes a besos.
Qué agradecida estoy de que aparecieras para cambiarlo todo.
Sobre todo quiero que te quedes todo el tiempo que nos permita la vida.

miércoles, 30 de abril de 2014

A mis Καβούρι

Quiero compartir un pequeño capítulo de mi vida con todas vosotras. Desde primaria había tenido problemas con hacer amigos y siempre estaba sola. Pero ese año, cuando tenía 15-16, lo pasé realmente mal. Un chaval se metía conmigo y yo no tenía fuerzas suficientes para plantarle cara y mandarle a la mierda.
Era tal mi depresión que ni me apetecía estudiar y repetí curso. Ese mismo año tuve mi primer novio, quién me mentía y me engañaba.
Mi relación con mi madre era...pésima. Hasta tal punto que apenas nos cruzabamos unas pocas palabras en todo el día.
Después de ciertos trastornos con la comida por ansiedad y mi autoestima viajaba por el subsuelo. No quería ni mirarme al espejo. Estaba obesionada con mi aspecto, me comparaba con todas, que creía que eran mejores que yo.
Ya veis, las típicas mierdas que el patriarcado se encarga de interiorizarnos...
Os cuento esto porque, desde que empezó este curso, y desde que comenzamos a apiñarnos en la clase de teatro, comprendí que cada persona es especialmente única. 
Y a todas y cada una de vosotras, deciros que si algún día os llegárais a sentir pequeñitas, mirad y buscad esa esencia que os hacen tan especiales.
Sentíos bien con vosotras mismas. Y nunca, nunca os comparéis o queráis ser como nadie. Es imposible ser como nadie y ahí está la auténtica magia de ser una misma.
Adorad cada trocito de vuestra piel y solamente luchar por ser un poquito mejores. Os lleve el tiempo que sea.
Me di cuenta de esto hace tan solo unos meses.
No sabéis lo importante que es para mí encontrarme con gente como vosotras en la vida; que me hagan tan feliz como vosotros. Soy consciente de que e algún momento nuestras vidas tomarán rumbos distintos, pero lo bonito de conocer a las personas es la huella que dejan en nuestras vidas.


Mamá, gracias.

Hoy me siento frente a ti, mamá, en el césped del parque, ese que tanto te gusta compartir momentos a nuestro lado, el de tus hijos.
En este pequeño espacio, quiero decirte lo grande que eres en mi vida; agradecerte por darme la vida, por desearme desde el primer momento que te anunciaron la noticia, pese a lo jóven que eras.
Gracias mamá, por darme de tu pecho el primer hilo de vida, por el primer calor de tus labios... Gracias por ser valiente y volar un mundo desconocido, para poder descubrirme un futuro mejor. Por enseñarme la importancia de la familia y transmitirme unos valores tan bonitos, que solo de un corazón como el tuyo pudieran brotar.
Gracias por tu paciencia y comprensión diaria. Por sostenerme siempre que quiero caer, por hacer lo imposible para que estuviera siempre arriba.
Gracias por amarme cada día, aún siendo a tu manera... por ser la persona que eres; por hacer de mí la mujer que soy y en la que me convertiré.
Por no tirar la toalla conmigo incluso en los arrebatos de rebeldía.
Gracias por darme y no permitirme, por tus abrazos sinceros y tiernos, los que una madre puede ofrecer. También por traer al mundo a esas dos personitas que quiero sin condición.
Gracias mamá, por regalarnos tu juventud y darnos lo mejor de ti.
Gracias por existir.